En sí mismo lo que hace es redirigir el tráfico que le llega hacía las direcciones que tu decidas. Si tu única necesidad a la hora de imprimir un código QR para colocarlo en un cartel, en tus productos, en la puerta de tu negocio... es que redirija a la dirección principal de tu página web, no le veras ninguna utilidad. Pero si en algún momento te has encontrado en alguno de los casos que te proponemos a continuación, comprenderás cual es su verdadero potencial:
-Organizas exposiciones y ferias, y colocas un panel con un QR, en cada elemento de la galería o en cada stand de expositor. Usando códigos dinámicos, en cada nuevo evento tienes que asumir los costes de los nuevos paneles. Con QR-K podrás reutilizar de una vez para otra esos materiales.
-Tienes un grupo de música y ahora mismo ni siquiera tienes página web. En su día Myspace parecía que iba a estar ahí para siempre, y ahora entre unas redes sociales y otras, ni siquiera sabéis donde tenéis la información. Llega el momento de poner los enlaces en el cartel del próximo concierto y ocupan más todos los links que la información realmente importante. Con un QR-K en modo múltiple podréis colocar toda esa información con un único acceso, y si queréis destacar el último video que habéis hecho, lo cambiáis al modo redirección. Si por casualidad editáis un CD, será más útil todavía.
-Tienes una agencia de publicidad y ofertas estrategias de marketing relacionadas con las nuevas tecnologias. QR-K te permitira dar un complemento a tus clientes para mejorar la experiencia de sus clientes, ya que con un poco de pericia-Eres un fabricante de productos, por ejemplo haces conservas alimenticias. Con un QR-K en el etiquetado de tu bote de guisantes, podrás actualizar en todo momento la información que quieras trasladar a los consumidores.
-Tienes un kiosko de periódicos en el que tienes espacio para vender publicidad gráfica. Pero claro, el espacio es limitado y el coste de impresión de papel para cada campaña encarece la renovación de los anunciantes, y poder ofertarles que se anuncien por poco tiempo. Coloca tantos QR-K como necesites, y podrás ofertar publicidad online por plazos más cortos y a unos costes muy bajos.
-Te vas a casar y quieres que tus invitados estén totalmente al día de los preparativos de la boda, de los días previos e incluso del viaje de novios. Imprime un QR-K en la invitación de tu boda y actualiza lo que les quieras comunicar en cada momento.
-Quieres hacer unas tarjetas de felicitación para la familia, acompáñalas de un QR-K y a lo largo de todo el año les podrás ir actualizando la "actualidad" del crecimiento de tus hijos, y de cualquier otro momento importante que quieras compartir con los más cercanos.
-Tienes un bar restaurante y te gustaría poder dar más información del menú del día y de los menús especiales. Pon un QR-K en cada soporte de menú diferenciado, y cuando cambies el menú, redireccionas el código a la nueva información y tus clientes tendrán acceso a todos los datos de tu oferta.
-Tienes una academia de idiomas y periódicamente imprimes materiales (carteles, dípticos, flyers...) relacionados con la misma temática, por ejemplo los cursos de cada temporada. Cada temporada imprimes el QR estático que dirige al apartado de tu página web en el que describe cada curso. Por eso cada campaña tienes que hacer un código nuevo. Usando un QR-K podrías usar siempre el mismo y mantener el acceso a la información actualizada desde los soportes impresos en campañas anteriores.
-Tu empresa tiene su web corporativa, y presencia en las redes sociales, pero hechas en falta como destacar información en cada momento. Imprimiendo tantos QR-K como necesites en sobres, tarjetas de visita, calendarios de regalo... podrás destacar en cada momento cual es la información que más te interesa.
Esto solo son posibles ejemplos de aplicación, será tu necesidad la que te indique en que puedes usar cada QR-K.